Tipos de lentes de contacto

Actualmente existe una amplia gama de lentes de contacto en el mercado dependiendo de las necesidades de cada persona:
- Lentes desechables: mensuales, quincenales o semanales y diarias
- Blandas convencionales
- Semirígidas
Cada uso que se vaya a hacer de ellas, determinará el tipo de lente de contacto adecuada para cada caso.
Lentes desechables
Las lentes desechables han evolucionado bastante y actualmente son las lentes más usadas en todo el mundo ya que son las más cómodas e higiénicas. Dentro de estas podemos encontrar tres tipos diferentes:
- Uso diario: Son lentes desechables mensuales o quincenales. Hay que quitarlas cada día y renovarlas a los 30 ó 15 días de uso, respectivamente.
- Uso prolongado: Son lentes mensuales o semanales. Se usan de modo continuado sin tener que preocuparse de quitarse las lentes durante 30 ó 7 días, respectivamente. Es el caso perfecto para niños y ancianos, que evitan estar manipulando la lente todos los días. Los materiales son cada vez más avanzados para permitir esto sin alterar la calidad de la lágrima y de las estructuras oculares.
- Desechables diarias: Son lentes elaboradas con materiales muy transpirables pero que permiten un solo uso por lo que hay que renovarlas todos los días. Son las lentes más higiénicas y saludables para el ojo. También son perfectas para un uso ocasional como puede ser para una fiesta, para salir, para hacer deporte, etc.
Lentes blandas convencionales
Las lentes blandas convencionales pueden tener una duración de hasta dos años, dándolas un uso diario de unas 10 horas. Precisan de una desinfección diaria mucho más exhaustiva que las desechables y en algunos casos pueden producir infecciones y problemas corneales por la falta de cuidado por parte de los usuarios.
Lentes semirígidas
Las lentes semirígidas se emplean principalmente en el tratamiento del control de la miopía, e incluso en algunos casos, consigue reducirla. Este tratamiento se puede ayudar con terapia visual. La adapatación es más compleja, pero a la larga crea menos problemas en la salud ocular.
Pero no todos los pacientes pueden usar las lentes de contacto. La higiene personal, la responsabilidad de la persona, la obediencia a los consejos del contactólogo, las condiciones ambientales en el trabajo o en la vida diaria (en contacto con humos, polvo, productos químicos, aire acondicionado o calefacción constante, trabajo con pantallas,...), o el número de horas de uso de la lente, son factores que nos permiten establecer el perfil del usuario y determinar si es el adecuado o no.
Muchas veces, un mal uso de las lentes de contacto (mala higiene, más horas de uso del apropiado,...), puede provocar un rechazo.
Frases como "Si yo antes aguantaba con las lentes todo el día, ahora no las aguanto ni una hora". Esto es un claro indicador de que algo no va bien en el ojo. Está rojo constantemente, llora y pica... Se ha producido una alteración en la calidad de la lágrima y en el tejido corneal que hace que pueda incluso en algún momento dado, llegar a no aguantar ninguna lente, si no se reacciona a tiempo.
Un tema importante en el uso de las lentes de contacto es el empleo de líquidos de mantenimiento.
Para cada ojo y cada lente existe un mantenimiento diferente, por eso, las soluciones únicas no son una panacea. A veces un ojo con mucha grasa en su lágrima, no puede aguantar hasta un mes de uso con unas lentes mensuales, porque en la última semana la visión ya no es igual, la solución única es insuficiente para limpiar esas lentes; y en el caso de usar las lentes de forma prolongada (sin quitárnoslas durante ese mes), se hace imposible llevarlas al final del mes. Esto es algo que puede hacernos rechazar esta opción en este caso particular.
Dentro del proceso de adaptación, el líquido a utilizar es una de las partes más importantes que hay que tener en cuenta y cada usuario debe usar el que mejor se adapte a la lente de contacto elegida y a su ojo en concreto. Para ello, nuestros profesionales de la visión, te aconsejarán qué tipo de líquido es el más adecuado para ti.